Bendición

¡ Querídísimas/os, un cariñoso saludo de bendición !

el año pasado como CM nos acompañó la reflexión sobre el tema de la reconciliación. Sentimos la necesidad de reconciliarnos, no solamente con Dios, sino también entre nosotros, reconciliarnos con nuestra historia, personal y de Instituto. Fue el compromiso de todos los miembros CM, y no faltaron ocasiones para vivir momentos de celebración en este sentido. Este año queremos vivir el año de la bendición. En un corazón reconciliado nacen palabras de bendición. Queremos bendecir a Dios por todos los beneficios que cada día nos hace ; invocar la bendición para nosotros y sobre aquellos que están a nuestro lado, con quienes nos relacionamos, sobre aquellos que conocemos o encontramos casualmente en nuestro camino. En el libro del Génesis leemos: “Yo haré de ti una gran nación y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás una bendición” (Gen.12,2). También nosotros, como Abram, queremos ser los unos para los otros fuente de bendición. Esto nos compromete no sólo a ser bendición para los demás, sino también a reconocer que el otro es una bendición para mí. Creo que en esta óptica podemos mejorar nuestras relaciones, la manera de tratarnos. En este espíritu lograremos mirarnos con una mirada nueva, ser capaces de descubrir la impronta de Dios en quien está cerca nuestro. Les deseo a todos poder ser este signo de la bondad de Dios.

Nos viene en ayuda el tiempo santo de la Cuaresma, tiempo en el que estamos llamados a tomar seriamente el camino de conversión, purificar nuestra mirada , sin dejarnos llevar por los prejuicios, mirándonos como nos está mirando Dios. Nos viene en ayuda el Papa a través del mensaje de Cuaresma de este año: ”Para emprender seriamente el camino hacia la Pascua y prepararnos a celebrar la Resurrección del Señor —la fiesta más gozosa y solemne de todo el Año litúrgico—, ¿qué puede haber de más adecuado que dejarnos guiar por la Palabra de Dios? Por esto la Iglesia, en los textos evangélicos de los domingos de Cuaresma, nos guía a un encuentro especialmente intenso con el Señor, haciéndonos recorrer las etapas del camino de la iniciación cristiana: para los catecúmenos, en la perspectiva de recibir el Sacramento del renacimiento, y para quien está bautizado, con vistas a nuevos y decisivos pasos en el seguimiento de Cristo y en la entrega más plena a El” (n.2 mensaje de Cuaresma 2011 Benedicto XVI).
Deseo para cada unos de ustedes y también para mi, poder dar “pasos decisivos en el seguimiento…” seguimiento que pasa a través del camino de la encarnación, vivida en lo cotidiano, en los lugares de siempre, pero con renovado compromiso para descubrir y sembrar la presencia del Resucitado.
Con el compromiso de “bendecir” y con pasos decididos nos encaminamos hacia la Pascua y con Jesús, en la cena arrodillémosnos para el lavado de los pies; en el calvario volvamos la mirada hacia el Traspasado...; y con las mujeres preparemos los óleos , vamos al sepulcro vacío y acojamos el anuncio : “ no está aquí, resucitó”

Que el Señor te bendiga y te proteja.
Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia.
Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz.